Vale la pena llorar
Nuestro mundo

Vale la pena llorar

Nuestro Mundo

¿Tú lloras? ¿Qué te hace llorar? Y si no, ¿por qué? ¿Hace cuanto que no lloras? Te lo pregunto porque recién me lo he preguntado a mí misma, seriamente preocupada por mi incapacidad para llorar, ni en la alegría ni en la tristeza, ni en la desolación o la desesperanza.

Derivado de ello, me puse a investigar cómo se generan las lágrimas desde la fisiología del cuerpo humano, pero también desde la explicación de los sentimientos.

Descubrí que las glándulas lagrimales se sitúan arriba de la órbita ocular, en la parte externa, y que están listas a reaccionar cuando se manda información al cerebro en la búsqueda de salvaguardar la integridad del ojo y del ser emocional: cuerpos extraños o propios, como cuando una pestaña se queda por ahí atorada, situaciones de mucha alegría o de gran tristeza o simplemente para cumplir la infaltable misión de lubricar. Quien reacciona es el sistema nervioso vegetativo, que es el que regula las funciones involuntarias o inconscientes como respirar, que el corazón lata, el cuerpo sude o salivemos, entre otras.

Dicho de otra manera, no depende de nosotros que ello suceda, estamos a merced de lo que el cuerpo mande, por eso, es prácticamente imposible llorar a voluntad, a menos que utilices mecanismos externos como el no parpadear, o algunas sustancias que se interpretan como agresivas y suscitan la lágrima, los actores saben muy bien el truco.

Entonces, la lágrima que ordenó el sistema nervioso vegetativo, se genera y avanza hacia la parte interior del ojo por medio del conducto lagrimal, que como toda tubería puede taparse o estropearse y eso demanda la atención oftalmológica. Si hay muchas lágrimas también se involucra la nariz, produciendo una abundante cantidad de mocos. Hasta aquí la rudimentaria explicación fisiológica que alcanzo a entender.

Pero vamos más allá, hablemos de las lágrimas emocionales. ¿Sabías que este tipo de lágrimas contienen hormonas que son calmantes naturales? ¿Puedes creer que al llorar buscamos empatía o algún beneficio social o interpersonal? ¿Estás consciente que las lágrimas comunican? ¿Qué llorar estabiliza, provoca buen humor y simpatía? ¿Qué las lágrimas te hace dormir mejor?

Cuando lloras porque te has conmovido, porque te has alegrado o porque la tristeza es profunda, lo que el cuerpo busca es estabilizar las emociones para que no se constituyan en un peligro, por supuesto, esto lo hace acompañado de otros mecanismos de defensa. He escuchado a muchos decir que las personas que no lloran son más fuertes, tienen más voluntad, controlan más sus emociones, eso es lo que se cree, pero no necesariamente es así. Llorar no es debilidad ni no llorar es fortaleza.

Es verdad que las mujeres lloramos más que los hombres, de tres a cuatro veces más, solemos decir que nos damos permiso de sentir y a lo que nos referimos es que la cultura machista promovió durante largo tiempo que los hombres no lloran, que precisamente por ser machos se aguantan, que las lágrimas no resuelven nada, que lo único que hacen es que no te permiten ver lo que está pasando, que los chillidos son solo para las mujeres y se atrevían a asociar el llanto con la histeria, descalificación constante que durante décadas sirvió para mostrar el poderío masculino.

Lo que es verdad, es que la vida te curte, a menos que estés pasando por un período de tristeza extrema o depresión, las lágrimas empiezan a ausentarse, tal vez sea por la orden que alguien te dio para que no lloraras cuanto estabas enterrando a tu madre, o cuando alguien te mandó a callar e ignorar el dolor, el llanto que no genera empatía, deriva en más sufrimiento emocional. Dejas de llorar porque dejas de expresar, ¿para qué hacerlo, si a nadie le importa?

Que nadie te vea llorar, orden lamentable que hace que te avergüences de tus sentimientos y sientas culpa. ¡Por favor! Si estás al lado de alguien que llora, abraza si se puede, acompaña con la mirada si se requiere distancia, entrega en ese momento tu corazón para que su latido acompasado sirva de consuelo a esa persona. No juzgues, no polemices, no descalifiques, no te atrevas a decir que llora por todo y por nada, que aflora su carácter histriónico a la menor provocación, no ignores, nunca sabemos si un parco gesto amoroso pueda servir de aliento.

Llora por las injusticias, por la pobreza, por el desamor, por la soledad, por la victoria, por la esperanza, por la ilusión, llorar nos hace más humanos. Quiero creer que vale la pena llorar.

Comentarios