El siguiente artículo contiene spoilers
Una de las primeras cosas que se puede escribir sobre The Banshees of Inisherin es que es una película que contiene un humor negro de primera calidad. Si se busca en Google: The Banshees of Inisherin, nos podremos dar cuenta de que el título ya recibió dos traducciones, el primero es Los espíritus de la isla y el segundo Almas en pena de Inisherin.
Las anteriores representan un gran problema, como suele suceder con los títulos traducidos al español.
La palabra banshee, o este caso the banshees, puede tener una traducción más justa si decimos mujer de paz, o las mujeres de paz.
Pero, si queremos darle una mejor traducción a la palabra banshee, tenemos que hablar del folclore irlandés: son espíritus femeninos que con su llanto avecinan la muerte de alguien cercano.
The Banshees of Inisherin sucede en una pequeña isla de Irlanda.
LA TRAMA
Como cada mañana, Pádraic Súilleabháin (interpretado por Colin Farrell) se dirige a la casa de su compañero de parrandas Colm Doherty (Brendan Gleeson), pero este último ha decidido que dejaran de ser amigos.
Resulta que Colm, quien es músico, siente que pierde el tiempo saliendo de parranda con Pádraic. Lo llama un simplón, alguien que no tiene nada de interesante. Colm es un hombre mayor, un músico que quiere escribir una melodía, algo para ser recordado después de su muerte, como Mozart.
Pádraic es querido por todos en la isla, es considerado una de las personas más amables. Vive con su hermana Siobhán (Kerry Condon), quien le dice que se olvide de Colm. Pero Pádraic no puede hacerlo; se pone borracho y le dice sus verdades a Colm: antes era una persona amable y ahora no lo es. ¿O es que Colm jamás fue así?
En The Banshees of Inisherin, los diálogos son simples, pero del tipo que llenarían de orgullo a James Joyce o Samuel Beckett, las máximas figuras de la literatura moderna de Irlanda.
A la mitad de la película es cuando hay un giro en la trama que es capaz de dejar a más de una persona con la boca abierta: Colm se corta uno de sus dedos y se lo avienta a la puerta de la casa de Pádraic.
Colm ya había amenazado a Pádraic, que si no lo dejaba en paz, comenzaría a cortarse cada uno de sus dedos.
Este filme ofrece un excelente trabajo de su grupo de actores: se puede sentir la claustrofobia de un lugar donde todos se conocen y el chismorreo es tan importante como la comida y la bebida.
Todo el mundo se mete en la disputa entre Colm y Pádraic, la cual se convierte en la guerra entre dos hombres que llevarán todo hasta las últimas consecuencias. Ni siquiera el final de la Guerra Civil Irlandesa (1923) los hace pensar que, tal vez, sí pueden solucionar las cosas hablando.
Colm termina la composición de su melodía y comienza a bailar con su perro en su casa. En ese momento entra Pádraic, quien se había dado cuenta que borrado logra tener la atención de su ex amigo.
Esta vez no se pelean. Colm le cuenta que estaba bailando con su perro porque por fin terminó de componer su melodía. Pádraic lo felicita, pensando que volverán a ser amigos de parranda.
HUMOR NEGRO
El humor negro de primera calidad, se muestra cuando Colm dice que a su melodía le ha titulado The Banshees of Inisherin. Pádraic le dice que en la isla no hay ninguna "banshee".
Pero sí hay una "banshee" en la isla. Desde el principio de la película, una señora visita la casa de Pádraic, pero éste no se preocupa en prestarle atención porque su mejor amigo ha decidido cortar la amistad.
La señora estaba visitando a Siobhán y preguntando cuánto tiempo llevan de muertos los padres de ambos. Siobhán, al final de la película, abandona la isla, porque ya no puede soportar tanta soledad y la locura de las situaciones en las que su hermano se ha envuelto con Colm.
La Guerra Civil Irlandesa termina, así como la película. The Banshees of Inisherin es una comedia. Así ha sido aclamada por la mayoría de los críticos y nominada a ocho premios en los siguientes Golden Globe Awards.
El logro del director Martin McDonagh (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri) es presentarnos personajes con los que nos gustaría pasar un poco más de tiempo. Pádraic y Colm tienen personalidades con las que podemos ser empáticos.
En los primeros minutos de la película tenemos todo lo necesario para engancharnos con la trama, pues debe sentirse terrible que tu mejor amigo ya no quiera hablar contigo. La confusión que nace a partir de este evento, hace sufrir a los dos personajes principales, una crisis que los lleva de la depresión y a la locura. Porque cuando no se puede disfrutar de las cosas simples (como beber cerveza con tu mejor amigo), ¿cuál es el punto de la vida?
En pocas palabras, esta película trata sobre la depresión: las cosas que se guardan y nunca son contadas.
EL VALOR DE LA IMAGEN
Las imágenes de la isla son de extrema belleza, épicas; la cinematografía toma los paisajes y los convierte en pintura: Pádraic quema la casa de Colm en el clímax de la película y es simplemente hermoso lo que vemos.
En la escena final, Colm se encuentra mirando el mar; Pádraic lo vio dentro de la casa. Los dos amigos tienen una última conversación, es sobre el final de la guerra. Se despiden y los créditos comienzan. Y a pesar de todo, se siente gracioso, porque todo por lo que pasaron, pudo haberse evitado, si hubieran seguido emborrachándose juntos.
Pero la depresión no se cura con cerveza, parece ser la lección de The Banshees of Inisherin. Aunque la película no intenta ser del tipo que quiere dar lecciones, tiene una excelente ejecución. Nos hace preguntarnos cosas que no queremos.
En una escena, Siobhán está leyendo un libro y Pádraic le pregunta sobre él. Ella contesta que es un poco deprimente y él le hace otra pregunta: ¿qué haces leyendo cosas deprimentes?
La anterior escena es graciosa porque, para ese momento, The Banshees of Inisherin nos ha deprimido pero encantado por la convivencia de sus personajes que pueden pasar de la intensidad a los chistes ingeniosos.
Cabe mencionar que la película sufrirá mucho si es doblada al español, o incluso, a cualquier idioma. En entrevistas, para diferentes medios, los actores (todos irlandeses) se sienten orgullosos de que The Banshees of Inisherin sea un retrato de la cultura de Irlanda. Y los irlandeses tienen una forma única de manejar el idioma inglés: volvemos al legado de James Joyce y Samuel Beckett.
En IndieWire, el director McDonagh, habla sobre retratar Irlanda: "Quise mostrar la belleza de Irlanda. No siento que haya sido mostrada lo suficiente en el cine. La mayoría de las películas irlandesas tienen un bajo presupuesto y el cine de este país puede llegar a perderse. El capturar la belleza del Oeste de Irlanda era la misión de todos".
El director, reunió a Colin Farrell y Brendan Gleeson, con quienes trabajó en su primera película, In Bruges (2008), la cual es considerada una obra de culto. Escribió los papeles principales pensando en los actores y los actores aceptaron trabajar simplemente porque la película sería hecha por McDonagh.
En la página oficial de Disney, la distribuidora de la película, el director habla sobre la isla: "Inisherin es un lugar ficticio, no quería que fuera específicamente un lugar. Quería que fuera algo más mítico".
The Banshees of Inisherin es una obra maestra. Un cuento de carácter universal, con frases para anotar en una libreta.
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