Conducta sexual compulsiva
Sexualidad

Conducta sexual compulsiva

El sexo como un deseo incontrolable

Conocida también como hipersexualidad, trastorno de hipersexualidad o adicción sexual, la conducta sexual compulsiva se trata de una desmesurada preocupación por los impulsos sexuales que difícilmente pueden ser controlados y que ocupan la mayor parte del tiempo de la personas, lo que conlleva a la generación de una angustia que altera de forma negativa diferentes aspectos de la vida, como la salud, el trabajo o las relaciones sociales; este problema puede ser desarrollado por hombres y mujeres sin importar su orientación sexual, aunque comúnmente suele aparecer en el sexo masculino.

Cuando este trastorno no es atendido puede traer severos daños en la autoestima, la vida profesional, la salud y a personas cercanas de quien padece el problema, por lo que es necesario buscar la ayuda adecuada para controlar este padecimiento.

Primeramente, es importante conocer que en ocasiones se encuentran inconvenientes en la diferenciación de la moral y la patología, pues las conductas sexuales significan parte de la naturaleza humana presentándose de forma cualitativa y cuantitativa. El hecho de que se haya marcado una diferencia entre estas dos categorías general el riesgo de que se etiquete de forma equivocada un comportamiento completamente sano.

Para que se pueda considerar que una persona tiene conducta sexual compulsiva debe haber una gran afectación en algún aspecto de la vida personal o incluso hasta presentar un malestar que se derive de esta necesidad.

Razones del trastorno

El portal de Mayo Clinic menciona que no hay causas exactas para explicar las razones de la conducta sexual compulsiva, sin embargo, pueden entenderse algunas de ellas:

  • Desequilibrio de las sustancias químicas naturales del cerebro: la elevación de los niveles de algunos neurotransmisores que ayudan a ajustar el estado de ánimo (como la serotonina, la dopamina o la norepinefrina) pueden significar un impulso para desarrollar este trastorno.

  • Cambios en las vías cerebrales: la conducta sexual compulsiva con el paso del tiempo y sin ser atendida, puede generar alteraciones en los circuitos neuronales del cerebro, en particular en los centros de refuerzo del cerebro, de este modo, como cualquier otra adicción que empieza a avanzar, la necesidad de estimulación o contenidos sexuales para tener satisfacción es cada vez más intensa.

  • Trastornos que afectan el cerebro: algunas enfermedades pueden llegar a afectar tanto la salud que incluso pueden alterar las partes cerebrales que dirigen la conducta sexual. Con los medicamentos agonistas de dopamina, que forman parte del tratamiento para la enfermedad de parkinson, existe la probabilidad de desarrollar la conducta sexual compulsiva.

Algunos otros factores que pueden aumentar la posibilidad de desarrollar este problema son: el fácil acceso a distintos contenidos sexuales, con las nuevas tecnologías y las redes sociales, es más sencillo encontrar en Internet una gran variedad de contenido sexual; problemas con el alcohol o drogas; antecedentes de abuso sexual; problemas familiares; enfermedades mentales; la discreción con la que se llevan a cabo estas prácticas provoca el aumento de esta obsesión, entre otras cosas.

Síntomas

Como se ha dicho, se trata del exceso tanto en intensidad como en frecuencia de distintos comportamientos sexuales, entre los que se pueden encontrar fantasías, ver pornografía, masturbación, cibersexo, relaciones sexuales, entre otras, presentándose siempre con impulsividad. Se dedica una cantidad de tiempo excesiva a estas prácticas sin tomar importancia a las consecuencias que esto pueda generar.

El objetivo de estas prácticas cuando se trata de una persona con este trastorno no es el de la obtención de placer, sino que se realizan como consecuencia a un mal estado de ánimo, funcionando como una forma de enfrentar algún malestar interior.

Algunas de las señales que pueden indicar que existe este trastorno son:

  • Las distintas fantasías e impulsos sexuales son demasiado intensos y repetitivos, tanto que el tiempo que se destina a esto también es abundante.

  • Después de liberar esa tensión gracias a la consumación de diferentes prácticas sexuales, aparece un sentimiento de culpa o remordimiento.

  • Los intentos por querer controlar o disminuir estos comportamientos han fracasado.

  • Las prácticas sexuales en exceso representan una escapatoria para otros problemas, como la ansiedad o el estrés.

  • Se ignoran absolutamente todas las consecuencias graves que esto traiga consigo, como puede ser la pérdida de relaciones sociales, problemas en el trabajo o incluso hasta la probabilidad de contraer alguna infección de transmisión sexual.

  • Es difícil poder crear y/o mantener relaciones estables.

Dificultades

En el portal de Middlesex Health se nombran algunas de las consecuencias que la conducta sexual compulsiva puede traer, por ejemplo:

  • Problemas de autoestima, culpa y vergüenza.

  • Desarrollo de otros trastornos de salud mental.

  • Desatender la relación de pareja o la familia tanto que llega al punto de quebrarse.

  • Buscar satisfacer las necesidades sexuales incluso en lugares inadecuados, por ejemplo, en el trabajo.

  • Endeudarse debido a la compra de material o contenido sexual.

  • Enfermedades de transmisión sexual.

  • En casos graves incluso hay problemas legales por delitos sexuales.

Tratamiento

De acuerdo con Middlesex Health existen tres tipos de tratamientos para atender este trastorno:

  • Psicoterapia: conocida también como ‘terapia del habla’, dentro de este tratamiento se encuentran la terapia cognitiva conductal para identificar los comportamientos negativos; terapia de aceptación y compromiso para admitir que existe un problema con los pensamientos e ideas y psicoterapia psicodinámica que ayuda a la resolución de conflictos. Las terapias se pueden llevar a cabo tanto de manera personal como en conjunto con la familia o la pareja.

  • Medicamentos: algunos fármacos resultan eficaces para combatir el problema ya que trabajan sobre las sustancias químicas del cerebro que tienen relación con los comportamientos y pensamientos obsesivos. Algunos de los medicamentos que suelen utilizarse son los antidepresivos, naltrexona, estabilizadores del estado de ánimo o lo antiandrógenos; cada uno de ellos será utilizado según las necesidades de cada persona.

  • Grupos de autoayuda: son útiles para quienes sufren este trastorno, los ayuda a afrontar todo lo que esto involucra, además de brindar la información necesaria para conocer todo sobre este problema. Las personas que acuden encuentran a gente que son capaces de entender y comprenderlos, y están presentes en caso de alguna recaída. Una ventaja de los grupos de autoayuda es que puede ser presencial u online.

Prevención

Como se ha dicho anteriormente, no hay causas exactas que provoquen el desarrollo de la conducta sexual compulsiva, sin embargo, hay factores que aumentan la probabilidad de caer en este problema, es por esto que, es importante que ante el mínimo síntoma de este trastorno se acuda a pedir ayuda profesional.

De igual manera, atender cualquier otro trastorno de salud mental es indispensable para reducir las posibilidades de padecer adicción sexual. Asimismo, estar al pendiente de evitar caer en problemas de drogas y alcohol será una forma de prevención ante el trastorno de hipersexualidad.

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