Mariposa Monarca
Reportaje

Mariposa Monarca

La agonía del extraordinario vuelo naranja

La Mariposa Monarca provoca fascinación en la sociedad, sin embargo, la pequeña especie migratoria enfrenta grandes riesgos, el principal de ellos, evitar su extinción.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), principal autoridad internacional que informa sobre el estado de la diversidad biológica, declaró al final del primer semestre del 2022 a la Mariposa Monarca Migratoria, icónica subespecie común en Norteamérica, en peligro de extinción.

Los evidentes cambios en el clima, así como la constante lucha contra la destrucción de sus hábitats, son las principales causas de la drástica medida y baja poblacional que enfrentan estos insectos.

De acuerdo con la UICN, esta subespecie de la mariposa ya estaba amenazada, sin embargo, la inclusión en la Lista Roja marca la primera vez que se declara de forma oficial su estatus.

Tan sólo en la última década, la mariposa, conocida por su peregrinaje de más de cuatro mil kilómetros que realiza dos veces al año a través del continente entre sus zonas de verano e invierno, su población cayó entre un 23 y 72 por ciento.

Según un informe del diario estadounidense Los Ángeles Times, en el centro de México disminuyó aproximadamente un 26 por ciento durante la temporada 2020-2021, y en comparación con 2019 se perdieron cuatro veces más árboles por la tala ilegal, la sequía y otras causas, por lo que el año pasado fue negativo para la especie.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), detalló que la población de la mariposa apenas cubrió 2.1 hectáreas en 2020, contra las 2.8 hectáreas del 2019.

Cabe recalcar que, debido a que se aglomeran en los pinos y abetos, es más fácil medir su densidad por área ocupada que el contarlas individualmente.

El diario angelino sostiene que la tala ilegal en esas zonas aumentó a cerca de 13.4 hectáreas, un enorme incremento con respecto al 0.43 de hectárea que se perdió por esa práctica el año pasado.

Jorge Rickards de la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), reconoció que la pérdida de árboles es un revés, pero sostuvo que “la tala está muy localizada” en tres o cuatro de las comunidades montañosas que conforman la reserva de la mariposa monarca.

Además, los vendavales, sequías y derribo de árboles atacados por el escarabajo del pino u otras enfermedades, provocaron la pérdida de otras 6.9 hectáreas en la reserva, elevando la pérdida total de bosque a 20.65 hectáreas en 2020. Eso en comparación con la pérdida total de unas cinco hectáreas por todas las causas el año anterior.

Otros especialistas, así como campesinos y gente que vive cerca de las reservas y áreas de reposo de la mariposa han señalado que ésta es más común verla ya en áreas urbanizadas, principalmente en búsqueda de agua, esto por los estragos de la sequía que ha impactado durante dos años.

En un testimonio recogido por National Geographic, Anna Walker, quien dirigió la evaluación de la mariposa monarca en la UICN, dijo que "a la gente le resulta difícil imaginar que algo que aparece en su patio trasero esté amenazado".

Un daño colateral a esto es el impacto económico para las comunidades agrícolas que viven del turismo por la migración de la Mariposa Monarca. A causa de la pandemia de coronavirus, las visitas cayeron de 490 mil el año pasado a unas 80 mil en la temporada de 2020-2021.

No obstante, no todo está perdido para la Danaus plexippus (nombre científico de la Mariposa Monarca), pues un estudio realizado con 25 años de datos, señala que la población de este insecto podría estar en un aparente aumento.

De ser cierto, los hallazgos podrían reescribir la narrativa del carismático insecto, que ha sido definida por la fatalidad y el pesimismo durante las últimas décadas, sin embargo este escenario beneficia más a la subespecie que habita en África y Asia que a las de Norteamérica. Si bien, en los últimos años, la población invernante ha caído, en diciembre de 2020, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos anunció que la subespecie de mariposa monarca de Norteamérica (Danaus plexippus plexippus) cumplía los requisitos de protección establecidos por la Ley de Especies en Peligro. Sin embargo, debido a otras necesidades más graves de la especie, la agencia se negó a incluir el insecto en la lista, con planes para reevaluarlo en 2024.

Cuando el autor principal del estudio, Andy Davis, ecólogo de la Universidad de Georgia, y sus coautores analizaron los datos recogidos durante los recuentos anuales de mariposas de la Asociación Norteamericana de Mariposas (NABA, por sus siglas en inglés), descubrieron que, aunque la población ha disminuido en algunos lugares, también ha aumentado en otros.

Sostuvieron que, al observar esas cifras globales, los aumentos compensan las pérdidas. De acuerdo con el ecólogo estadounidense el complejo ciclo vital de la monarca hace que sea difícil controlar una contabilidad media de especímenes.

Los estudios se centran principalmente en México dado a que cada año hay al menos cinco generaciones de la Mariposa Monarca Migratoria que se trasladan hacia Norteamérica, y es este país el único lugar donde los insectos se reúnen en un sólo sitio.

No obstante, al centrarse en una parte del ciclo vital de la monarca se corre el riesgo de perder la visión de conjunto, por lo que se recurrió a datos ciudadanos, que, según ellos, proporcionan una estimación fiable del número de ejemplares del insecto. "Es una situación disparatada en la que ahora estamos pensando en incluir en la lista a una de las mariposas más abundantes de Norteamérica", dice Davis, en un testimonio recogido por National Geographic.

Este dato coincide con el proporcionado por el Fondo Mundial para la Naturaleza, el cual detalla que hoy día, según el reporte, Superficie Forestal Ocupada por las Colonias de las Mariposas Monarca en México durante la Hibernación de 2022-2021, la presencia de la especie en y alrededor de la famosa Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca en México creció de 2.10 hectáreas en diciembre de 2020 a 2.84 hectáreas en diciembre de 2021.

Incertidumbre sobre datos

De acuerdo con Kathleen Prudic, bióloga de la Universidad de Arizona, un estudio científico tradicional dividiría un lugar en una cuadrícula y se aseguraría de que cada sección de esa cuadrícula fuera mostrada por igual.

Los transectos, es decir, los recorridos a pie a lo largo de una ruta determinada, son otra forma de cuantificar el número de animales en un área determinada. Los recuentos de la NABA, en cambio, no están tan regulados, porque los voluntarios no tienen que recorrer los mismos caminos cada año.

Emma Pelton, bióloga conservacionista de la Sociedad Xerces para la Conservación de Invertebrados, expresó preocupaciones similares.

"Trabajamos con un montón de científicos de la comunidad, y este es otro ejemplo de los análisis realmente interesantes que podemos hacer cuando la gente sale a buscar insectos", dice Pelton. "Sin embargo, hay que hablar de las limitaciones".

En concreto, Pelton dice que las encuestas conllevan cierto grado de sesgo, porque las realizan personas que normalmente sólo salen un día al año, en el pico del verano, a sitios que se sabe que son frecuentados por muchas mariposas. Además, "no son aleatorios en el espacio o en el tiempo, ni representativos del paisaje".

Ni Prudic ni Pelton creen que el nuevo estudio deba cambiar la decisión del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de que la especie está en peligro de extinción, en parte porque muchas poblaciones, como las del oeste de Norteamérica, siguen experimentando descensos.

Matt Forister, entomólogo de la Universidad de Nevada, señala que, a pesar de los resultados del documento, "tenemos que ser cautelosos, especialmente cuando se sabe que esta especie en particular está en fuerte declive en otras partes de su ciclo de vida".

De acuerdo con Georgia Parham, portavoz del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, que la monarca seguirá siendo evaluada para su inclusión en la lista cada año, y si todavía cumple las condiciones en 2024, se unirá a la lista de especies en peligro de extinción.

Los datos de las poblaciones de mariposas monarca recolectados, desde la década de los noventa, en los sitios de hibernación en México, por el World Wildlife Fund WWF-México y en California, Estados Unidos, por el Western Monarch Thanksgiving Count, sirvieron como base para aplicar los criterios de la IUCN y considerar incluir a la mariposa monarca migratoria en la Lista Roja de especies en riesgo de extinción.

El umbral para incluir a una especie como En Peligro, es el 50 por ciento de la disminución de la población. La monarca alcanza el umbral.

Los datos recopilados por WWF-México durante dos décadas muestran que la disminución de las poblaciones de las monarca que migran por el este de Norteamérica, y llegan a los bosques de México, se comenzó a resentir después de la temporada de 1996-1997.

Crisis climática, tala ilegal y otras causas

La investigación publicada en la revista Global Change Biology, liderada por Andew Davis, afirma que, durante las últimas tres décadas, la población de mariposas monarca se ha mantenido constante y que incluso ha aumentado durante las temporadas de verano.

Una de las causas en la disminución de la población según el estudio liderado por Davis sostiene que los efectos del cambio climático son causantes de un menor avistamiento de este insecto en otras zonas de Norteamérica, pues al ser más cálidos los espacios donde pasan el verano, no tienen necesidad de trasladarse durante el invierno.

Sin embargo, grupos de científicos ajenos al estudio han recalcado que la baja de la población se ha atribuido a distintos factores, entre ellos, la crisis climática y el uso de herbicidas en el pasto de las áreas donde habitan las mariposas monarca.

Estos químicos también se deshacen del algodoncillo, que juega un rol fundamental en el ciclo de vida de esta especie. El uso de ese producto aumentó significativamente durante la década de los 90 y principios del nuevo milenio.

Mientras tanto, organizaciones como Greenpeace han advertido que acciones como la tala ilegal para la creación de cultivos ha mermado en el hábitat de la monarca.

Tan sólo en Michoacán, uno de los estados donde la Mariposa Monarca Migratoria tiene alguno de sus santuarios se ha visto afectada por la tala ilegal, que según la ONG Greenpeace, deriva entre muchos casos, del programa gubernamental Sembrando Vida, que contabiliza 30 mil hectáreas de árboles frutales plantados, así como una cifra no especificada de daños generados por el crimen organizado.

Esas acciones traen consigo consecuencias fatales para los ecologistas.

La lucha contra la depredación de los bosques en el santuario más importante de la Mariposa Monarca, el de El Rosario, en Michoacán, le costó la vida en enero de 2020 al activista conocido como el guardián de las mariposas, Homero Gómez.

El ambientalista había denunciado la tala clandestina en esos bosques, un negocio controlado por los carteles de la droga del país, como el Jalisco Nueva Generación (CJNG). Gómez apareció muerto en un pozo artesanal de uso agrícola tras 16 días desaparecido; las autoridades no han tenido avances en el caso a dos años del crimen.

La tala ilegal y el cambio climático son dos causas que pueden ir de la mano, pues ante la falta de vegetación, hay un aumento de las temperaturas y junto a ello, la sequía en los bosques, lo que corresponde a un conjunto de factores que ponen en riesgo al fenómeno migratorio de la mariposa monarca.

Según Gloria Tavera Alonso, directora de conservación para el desarrollo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), los números de este año parecen apuntar a que el insecto se está adaptando a la crítica situación: como si ya supieran que mayo iba a ser un mes extremadamente seco, este año migraron de regreso al norte mucho antes, a mediados de febrero, cuando ya había suficiente néctar en las flores.

El Gobierno de México, en un recuento histórico sobre la degradación de los bosques, detalló que de acuerdo con los resultados del monitoreo anual de la cobertura forestal en la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca (rbmm) (realizado en el marco del Fondo Monarca), se estima que en el periodo 2001–2017 la degradación del bosque en la zona núcleo ascendió a mil 682.13 hectáreas.

Las primeras evidencias de deforestación en las zonas núcleo de la rbmm se reportaron en 2003 y la superficie talada se duplicó hasta 2007. Sin embargo, de 2008 a 2012, la intensidad de la tala disminuyó.

No obstante, a partir de 2013, y sobre todo en la temporada 2014–2015, se registraron nuevamente algunos sitios talados por grupos externos a los ejidos y comunidades, lo que dio lugar al establecimiento de operativos en sitios estratégicos, consistentes en la revisión de los vehículos que transportaban madera y la inspección de los aserradores de la región para garantizar la procedencia legal de la madera. Estos operativos fueron llevados a cabo por la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) en coordinación con la Secretaría de Marina (Semar).

El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación son los dos principales implicados en la deforestación que actualmente aqueja a zonas como Sinaloa, Durango y Chihuahua, tríada conocida como El Triángulo Dorado, y Michoacán, estado en el cual culminan su migración las mariposas monarcas y que se ha convertido en una lucrativa zona de plantaciones ilegales de aguacate.

Daños colaterales

En entrevista para el diario español, El País, la investigadora estadounidense Vanda Felbab-Brown aseguró que los cárteles “están entrando con fuerza en la industria maderera y el tráfico de especies. En muchas ocasiones usan ese tipo de productos de vida silvestre como una forma de pago para obtener los precursores químicos para elaborar metanfetaminas, fentanilo y opioides sintéticos, también como un mecanismo para evitar las regulaciones bancarias contra el lavado de dinero”.

Entre las zonas del estado de Michoacán en las que prolifera la tala ilegal auspiciada por estos grupos entre otras nuevas células criminales, se encuentra Cherán, en donde se arrasan con laderas enteras para plantar aguacate, los habitantes han acusado previamente de que dicho negocio reduce su suministro local de agua, además de que atrae a los cárteles del narcotráfico en busca de dinero por extorsiones.

La conservación de estos bosque (que son mucho más que mariposas, son el territorio del que depende la vida y el futuro de ejidos y comunidades), enfrentan cada vez más retos: los ejidatarios que son dueños de estas tierras han visto cómo aumentan los eventos climáticos extremos, cómo alrededor de la reserva se sustituyen los árboles nativos por plantas de aguacate y cómo, cada vez, es más evidente la presencia de grupos del crimen organizado

En noviembre del 2000, el Gobierno de México amplió la reserva de la Biósfera a 56 mil hectáreas (en 1986 sólo se habían protegido 16 mil), con el objetivo de garantizar la conservación de los bosques donde se encuentran los principales sitios de hibernación de la monarca.

A los ejidos y comunidades que se encontraban en la zona núcleo se les prohibió talar árboles, aunque tuvieran permiso y respetaran los planes de manejo forestal. Esa prohibición provocó enojo y resistencia. Ahora, el programa impulsado por la Administración federal de Andrés Manuel López Obrador ha provocado que esta tala ilegal se incrementara.

Sembrando Vida paga a cerca de 420 mil agricultores una suma de cuatro mil 500 pesos al mes por plantar árboles, según el Gobierno. El objetivo es reforestar un poco más de un millón de hectáreas de terrenos deteriorados en todo México y cultivar más de mil millones de plantas para finales de 2021.

El Gobierno asegura que está en camino de cumplir con ese objetivo, sin embargo, la realidad es otra.

Ese éxito puede haber tenido su costo, según el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), pues estima que el programa pudo haber causado la pérdida de casi 73 mil hectáreas de cobertura forestal, tan sólo en 2019.

Esto sería un área casi del tamaño de la ciudad de Nueva York. También es casi la mitad de la cantidad anual promedio de cobertura forestal que se pierde debido a cambios en el uso de la tierra y la tala ilegal en la misma región, según cálculos del WRI.

Frente a las declaraciones triunfalistas del Gobierno federal, a cuatro años de la puesta en marcha del programa, se acumulan las evidencias de que sus aspectos ambientales y contribución a la lucha contra el cambio climático son cuestionables.

No obstante, la tala ilegal para acceder al mismo se volvió una práctica común debido a la precaria economía en las comunidades más pobres del país.

Esta opacidad, combinada con la enorme cantidad de beneficiarios y hectáreas de terreno dentro del programa, ha hecho imposible una evaluación independiente.

La falta de indicadores ambientales en el programa fue reconocida sin querer por el propio gobierno en su Programa Especial de Cambio Climático 2021-2024, publicado en noviembre, al señalar: “incorporar criterios de cambio climático en la implementación del programa Sembrando Vida” e “incluir en las actividades de capacitación del programa Sembrando Vida aspectos relacionados con el cambio climático”.

También está la duda sobre qué sucede con las parcelas de los beneficiarios expulsados del programa.

Según una solicitud de información vía transparencia publicada a través de diversos medios nacionales, en 2019 no se expulsó a un solo beneficiario, pero Javier May, entonces subsecretario de Bienestar, declaró en diciembre de ese año que se determinó echar de Sembrando Vida a 17 mil personas “por no querer trabajar”.

Pese a las pruebas de que hay fallos en su creación e implementación, la importancia política que tiene Sembrando Vida para el presidente López Obrador es tal que ha destinado uno de los presupuestos más altos de la historia para un programa de desarrollo rural, pues tan solo en los últimos tres años se erogaron 15 mil millones de pesos; 27 mil 500 millones y 27 mil millones, respectivamente.

Por ello, la Mariposa Monarca Migratoria se ha visto afectada en diversos aspectos de su peregrinaje y existencia misma debido a factores que van desde el crimen organizado, hasta acciones gubernamentales mal implementadas o utilizadas bajo intereses personales de los beneficiarios a esos programas.

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