Síndrome de cara vacía
Tendencias

Síndrome de cara vacía

La inseguridad que detona despedirnos del cubrebocas

Algunas personas se sienten inseguras a la hora de quitarse el cubrebocas y no sólo es por miedo al contagio, también por circunstancias que van desde la timidez a la ansiedad social por sentirse expuestos.

Conforme los estados entraron a verde en el semáforo del COVID-19, se vio la posibilidad de eliminar el uso de cubrebocas, sobre todo en espacios al aire libre; y aunque por algunos meses las medidas de sanidad causaron molestias, la reacción de la población, sobre todo de los adolescentes, ante la eliminación del cubrebocas dio origen al “síndrome de la cara vacía” cuya característica principal es la sensación de inseguridad al no portar la mascarilla.

Las preocupaciones

A algunos adolescentes les preocupa que se les considere menos atractivos, que se vea el acné (en algunos casos agravado por el mismo cubrebocas), enfermarse o enfermar a sus seres queridos; entre otras tantas situaciones.

La psicóloga Pilar Conde comenta para el portal Efe: Salud que “la ansiedad social puede afectar a quienes sienten más temor del habitual a ser evaluados, se sienten inseguros ante la opinión que los demás puedan tener de ellos”. Además, añade que “es un momento de autoconocimiento y autoestima, donde las habilidades sociales y la comunicación juegan un papel importante, por lo que retirar la mascarilla y exponerse al completo en estas interacciones, puede, también, generar cierto malestar”.

El portal Saludiario en su artículo Síndrome de cara vacía, menciona que, al momento de quitarse las mascarillas, los adolescentes experimentan miedo de que su cara sea vista y esque el cubrebocas ha servido para ocultar características como el acné, vello facial o los brackets. Además, mencionan el aspecto psicológico ya que los jóvenes están aprendiendo a descubrir quiénes son y aceptándose físicamente, y a los más introvertidos la mascarilla les sirve como escudo.

Desde que comenzó la pandemia, los índices de ansiedad y depresión han aumentado; gran parte de la población afectada, según The New York Times, son jóvenes; y es que estadísticamente hablando los pensamientos en adolescentes aumentaron un 25 por ciento, mientras que la ansiedad y depresión se ha duplicado en los jóvenes.

Cubrebocas y desarrollo

No es ningún secreto que la adolescencia es un periodo difícil y el desprenderse de algo que por tantos meses se adoptó como de sí mismos es difícil. Se trata pues de un cambio en una etapa en la que las personas son hipersensibles a los comentarios de los demás. Según Sohn (2022) algunos psicólogos plantean la idea de que los preadolescentes desarrollan un llamado “público imaginario” y esto los hace sentir que las miradas están sobre ellos expectantes a sus defectos.

La directora de la Fundación Nuevas Claves Educativas y Máster en Orientación Familiar de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), María Campo Martínez, señala que psicólogos y pedagogos perciben en los adolescentes un sentimiento de inseguridad al quitarse el cubrebocas.

Es este público el que determina la forma en la que los adolescentes se comportan; Seth Pollak, psicólogo y director del Laboratorio de Emoción Infantil de la Universidad de Wisconsin-Madison, comenta para The New York Times que, por ejemplo, cuando un adulto compra unos zapatos generalmente se fijará en la comodidad que estos le brindarán, lo contrario ocurre con un adolescente que piensa, por lo general, en el qué dirán.

Mask Fishing

El término en inglés es un juego de palabras. Se basa en catfishing, utilizado para hablar de alguien que suplanta a otra persona en Internet con tal de engañar o estafar. Con mask fishing se designa “al fenómeno en el que una persona parece ser más atractiva porque tiene un tapabocas”, según el Urban Dictionary.

En redes sociales, como TikTok, se volvieron tendencia los videos que muestran la comparación de la apariencia de los adolescentes con y sin cubrebocas. Entonces, puede decirse que el “público imaginario” dejó de serlo y ahora verdaderamente los jóvenes están expuestos a los comentarios, con la confianza que da el estar detrás de una pantalla, de miles de personas. Además, los adolescentes se enfrentan al hecho de que ahora siempre están expuestos a ser grabados. No se trata del primer trend que expone el físico de los adolescentes y, si bien, estos videos tratan de divertir, también se convierten en formas de agredirse entre ellos.

¿Se es más guapo con el cubrebocas?

La Facultad de Psicología de la Universidad de Cardiff, Reino Unido, hizo una investigación que consistía en mostrar a un grupo de mujeres cuatro fotos de un mismo hombre, que llevaba tapabocas azul, máscara de tela, un libro que cubría la mitad de su rostro y otra foto sin nada.

Se concluyó que las personas que usaban tapabocas aumentaban su “atractivo facial”, pues los demás se concentraban en mirar sus ojos y cabello, en vez de hallar sus imperfecciones de otras partes. Los resultados muestran que los rostros se consideraron más atractivos cuando estaban cubiertos por tapabocas quirúrgicos y significativamente más atractivos cuando estaban tapados con máscaras de tela a cuando no estaban cubiertos por nada.

Superar el temor

Al hablar del virus, si en su zona las estadísticas de casos son bajos, es recomendable ver estos números y relacionarlo con que inevitablemente el COVID se volvió parte de la vida diaria.

Y del lado del síndrome, algunas recomendaciones son, por ejemplo, darles tiempo a los adolescentes para que se acostumbren otra vez al cambio e ir quitando la mascarilla de forma progresiva; además de claro, no minimizar sus miedos.

Otra perspectiva es ver al cubrebocas como un obstáculo para la interacción entre personas, puesto que no permite ver las expresiones faciales ni observar del todo el rostro.

Comentarios