Desde hace algunos años, gracias a la concientización, el cuidado del medio ambiente está presente en muchos ámbitos de la vida diaria, por ejemplo, el uso de productos de baño que no generen residuos o el cambio de bolsas de plástico por reutilizables para el super; pero, aunque quizás estas sean las primeras opciones que se vienen a la mente cuando se menciona el tema, lo cierto es que este es muchísimo más amplio. Aunque parezca que en el ámbito sexual no hay mucho que hacer, es interesante ver el camino de sustentabilidad de este tipo de productos; mismo que va de la mano con puntos básicos como apagar la luz, cerrar la llave del agua o utilizar velas cuando se mantienen relaciones sexuales.
Juguetes biodegradables
La marca Womanizer ha creado un juguete sexual que es biodegradable al 70 por ciento, se llama Premium eco, es un succionador de clítoris y está hecho de Biolene, que es un bioplástico compuesto de materiales naturales como el almidón de maíz, lo que lo hace reciclable una vez desechado. Premium eco también cuenta con una batería reemplazable y recargable, lo cual amplia la vida útil del producto. Además, el juguete se puede desmontar, por lo tanto, cuando se deje de usar (después de años) se puede reciclar de acuerdo con el manual que incluye.
En cuanto al empaque, que también es importante, es 100 por ciento libre de plástico y está hecho de papel FSC, que se puede reciclar. El producto incluye un cable de carga acortado y una bolsa protectora hecha de algodón 100 por ciento orgánico; además la empresa se comprometió a plantar un árbol por cada juguete vendido.
De igual forma la marca Blush Novelties, ha desarrollado un vibrador biodegradable llamado Gaia. Hecho de bioplástico, se degrada en unos cuantos días en las condiciones correctas. Por su parte, CalExotics creó el primer estimulador totalmente alimentado por energía solar renovable, incluye una celda solar que le permite convertir la luz de sol y la luz artificial en energía.
Evidentemente la relación entre los juguetes y productos de placer sexual con lo sostenible aún está en desarrollo, así que si este juguete no está dentro de las propias posibilidades se recomienda descartar aquellos hechos de siliconas resistentes o que funcionen con baterías. Además, al igual que en otro tipo de productos, es recomendable consumir local.
El látex
La marca de bienestar sexual Hanx fue creada a partir del hecho de que los condones son el producto desechable más utilizado durante el sexo; Hanx propone que nuestra salud sexual y la salud del planeta están más relacionados de lo que se cree; así que vende condones veganos biodegradables hechos de caucho ético y lubricantes libres de parabenos.
La cofundadora de Hanx, la Dra. Sarah Welsh, menciona en una entrevista para Vogue que cree que son los estigmas que rodean al sexo los que funcionan como barreras para ser más sustentables en este ámbito; “todos podemos ser un poco tímidos y sentirnos avergonzados respecto al sexo, pero cuando comenzamos la compañía nos dimos cuenta de que nuestra audiencia estaba realmente entusiasmada por ver opciones más sustentables y veganas”.
Los condones de esta marca pueden ser tirados en un contenedor de composta y se biodegradarán en alrededor de tres meses.
Además, existen otras marcas de preservativos orgánicos fabricados con materiales como caucho o veganos de poliisopreno; mismos que son aptos para las personas alérgicas al látex. La compañía de condones éticos establecida en Berlín Einhorn también es vegana y libre de crueldad animal e invierte el 50 porciento de sus ganancias en proyectos relacionados a la sustentabilidad y en mantener un sistema de salarios justos a lo largo de su proceso de manufactura. También está planeando reducir muy pronto los químicos en sus productos a un cero por ciento.
Aun así, es importante recordar que existen otros métodos anticonceptivos como el dispositivo intrauterino (DIU) que es sostenible, pero no funciona como método de barrera para las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Dentro del portal Platanomelon se menciona que en cuanto a los condones de látex las preocupaciones principales son cuidar de nuestra salud y de la de nuestra pareja sexual. Una vez utilizados los productos, tienen que ser desechados correctamente y no en la tasa del baño o en la calle. Si hablamos de preservativos de látex, se recomienda elegir aquellos que provengan del comercio justo y de cultivos más sostenibles.
Lencería sustentable
Casi toda la ropa de este tipo está hecha de cuero, PVC o fibras artificiales.
La marca italiana Cosabella vende lencería sensual hecha a mano en la que se utilizan tintes naturales; además trabaja con encaje reciclado para crear leotardos, camisones, brasieres, entre muchas otras prendas. Bijoux Indiscrets, la marca española de bienestar sexual y lencería ofrece equipo BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación y Sumisión) completamente vegano y hecho con materiales reciclados y reciclables; hay que tomar en cuenta que este tipo de moda se fabrica normalmente con cuero.
Aún y cuando lo ideal sería utilizar productos sustentables, se recomienda no preferir esto sobre la calidad; por ejemplo, en cuanto a los juguetes sexuales, los materiales de los que están hechos los sostenibles son incluso más suaves y blandos que los normales de plástico, ocurre lo mismo con los condones que, además de que se producen desde hace mucho tiempo para las personas alérgicas, son igual de resistentes y brindan la misma sensibilidad. Si fuera el caso contrario, siempre hay que irse por las opciones de calidad, tomando en cuenta que se trata de algo tan delicado como el contacto con los genitales.
Evidentemente a la hora de tener relaciones sexuales, lo último en lo que se piensa es en la sustentabilidad; sin embargo, si se tiene el tiempo y dinero para investigar y probar productos que tengan un impacto más bajo, siempre es bueno tener opciones e ir cambiando poco a poco el estilo de vida.
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