En psicología se entiende como fetiche sexual a algún objeto o parte del cuerpo que produce excitación sexual; aunque en sí mismo carezca de este significado. Entre estos objetos y situaciones están los zapatos de tacón, la ropa de cuero, la lencería, algunas parte del cuerpo como los pies y las axilas, etcétera.
La palabra fetiche proviene del latín “facticius” y significa artificial e inventado; esto hace referencia a que el significado que se le atribuye es subjetivo. Posteriormente la palabra evolucionó a “feitico” que era usada por navegantes para referirse a objetos de culto que encontraban cuando viajaban. Finalmente la palabra fue “fétiche” en francés y tiene la connotación actual. Los orígenes de la palabra en el ámbito sexual se dieron con Sigmund Freud (Montagud,2021).
Tipos de fetiches
1. partes del cuerpo: generalmente no están vinculadas con aspectos eróticos, pueden ser las manos, los dedos, los pies…
2. características corporales: tatuajes, perforaciones, ciertos cortes y colores de pelo.
3. ropa: quizás el ejemplo más claro es la lencería.
4. objetos y prácticas: tacones, disfraces…
Fetiches más comunes
1. Los pies
Quizás este sea el fetiche por excelencia. Hay personas que sienten excitación con solo verlos, por ejemplo en unas sandalias, otros que necesitan tocarlos o incluso meterlos en la boca para sentir placer.
2. Zapatos de tacón
Las personas que tienen fetiche con los zapatos de tacón disfrutan de mantener relaciones sexuales mientras su pareja viste unicamente eso. De cierta forma tiene relación con el de los pies.
3. La lencería
La lencería, las medias, los corsés … además el uso de la lencería puede elevar el autoestima.
4. La ropa interior usada
Se diferencia de la lencería porque ni siquiera se necesita ver a la persona con la ropa puesta; en este fetiche basta con saber y comprobar que fue usada. Es fácil conseguirla de venta en Internet.
5. Los tatuajes
Lo curioso de este fetiche es que a algunas personas les excita el hecho de saber que la persona tatuada tuvo que pasar por cierto dolor.
Teorías sobre el fetichismo
Aunque las siguientes han ido perdiendo peso en el ámbito científico, es interesante conocer lo que se pensaba de los fetiches desde algunas perspectivas psicologías.
Teoría psicoanalítica
Esta teoría considera al fetichismo como el núcleo de las parafilias; además considera que de esta forma es como se manifiestan los problemas que tiene la persona con las normas sociales. Algunos expertos sugieren que esta afirmación tiene que ver con el hecho de que Freud nació a finales del siglo XIX cuando había mucha represión sexual.
Según el portal Psicología y Mente (2021) esta represión hacía que las personas no tuvieran nada de libertad sexual y, en lo más intimo, desarrollaban fantasías: fue en esta época cuando se comenzó a hablar de conductas como el vouyerismo o el sadomasoquismo.
Dejando de lado a Freud, otra postura interesante es la de Piera Aulagnier que describía el fetichismo como un estado fronterizo entre la neurosis y la psicosis. Piera afirmaba que cuando se superara esta barrera la persona caería en la psicosis y posteriormente en en alguna patología alucinatoria como la esquizofrenia.
Teoría del condicionamiento
Explica que el fetichismo es el resultado de un condicionamiento durante la infancia de la persona; propone que el origen de la fijación sexual sea un evento ocurrido durante el proceso de aprendizaje y autoconocimiento sexual. Cuando coincidan el objeto o parte del cuerpo con la exploración sexual se asociara al placer. Esto se iría acentuando hasta que el individuo llegue a una edad adulta y podría llegar al punto de que si ese estimulo no está presente en la relación sexual no se puede llegar a la excitación.
Entonces, ¿de donde vienen?
Según un estudio realizado por Arola Poch, especialista en fetichismo, un 50 por ciento se consideran fetichistas de nacimiento, mientras que el 28,5 por ciento lo atribuye a un hecho concreto de su infancia/juventud. Es como, por ejemplo, el hecho de que casi todas las personas pueden decir que tienen una fijación o atracción desde siempre por ciertas partes del cuerpo.
Aunque es importante saber diferenciar: el hecho de sentir atracción por las manos no significa que se sea fetichista de manos, en cambio si las manos en sí producen excitación sexual en la persona la cosa cambia.
¿Trastorno?
Quizás una de las primeras ideas que se dibuja en la mente cuando se escucha la palabra fétiche es lo relacionado a un trastorno. La realidad es que esto ha sido tema de debate, pero al igual que con cualquier parafilia, psicológicamente hablando no se les considera como tal, siempre y cuando no dañe a otras personas ni implique un deterioro cognitivo, social, laboral o emocional.
Y es que por muchos años se han asociado los fetiches con la idea de mantener relaciones sexuales anómalas, pero los fetiches van más allá de lo estereotipado, incluso puede considerarse uno el tener atracción hacía las personas que fuman.
Tener un fetiche no es algo que debería ocultarse, por ejemplo, en la relación de pareja; de hecho muchas veces ayudan a evitar la monotonía durante el sexo. Solo se considera un problema cuando la persona depende completamente del fetiche para mantener relaciones sexuales.
Hay que tomar en cuenta que durante mucho tiempo todo lo relacionado al goce sexual estaba mal visto y el sexo, socialmente hablando, solamente debía cumplir un papel reproductivo.
Así pues, para disfrutar de los fetiches es necesaria estar tranquilo, no se está haciendo nada malo, buscar información y rodearse de personas de mente abierta. El fetichismo es una práctica sexual como cualquier otra y no debería ser motivo para avergonzarse. En la sexualidad todo lo que se sale de las normas está rodeado de prejuicios y estereotipos.
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