Si se le pregunta a una niña o a un niño quién pertenece a su familia inmediata, seguramente diría que sus padres y, si acaso, sus hermanos, pero también puede decir que su abuela, su cochecito y su perro, en ese orden. A veces, el cochecito es digno de ese reconocimiento. Quizá los humanos de la lista estuvieron presentes en su nacimiento, mientras que el cochecito comparte la casa, lo que le otorga un estado adyacente al de mascota de la familia. Lo que tienen en común, tanto los humanos como los vehículos reales o de juguete, es que parecen existir principalmente para satisfacer necesidades de los niños. Satisfacer necesidades tiene que ver con una interpretación de la familia que resulta estar estrechamente relacionada con los orígenes de la palabra, que se encuentran en el latín familia, que significa sirvientes de la casa.
Si los niños pueden absorber tan bien la perspectiva tradicional del mundo que se les ha inculcado, también pueden ser decididamente progresistas. Hacia la década de 1980, los árboles genealógicos de formas más exóticas todavía eran los que habían sido modificados en el álbum para incluir medios hermanos o adoptados. Ahora, su cohorte ya cuenta no sólo con hijos de segundos matrimonios y madres solteras, sino también de parejas homosexuales, un dúo tradicional de mamá y papá que usó una donante de óvulos y, más recientemente, un padre en transición de identidad (y de divorcio). Que cada una de estas familias se ve un poco diferente a algunas de las de los libros de cuentos se acepta sin comentarios.
Ojalá el resto del mundo fuera tan tolerante como los menores de cinco años. En cambio, este retrato familiar en rápida evolución ha dejado a ciertos sectores de la población adulta luchando por mantenerse al día. A medida que los caleidoscopios de parentesco moderno se transforman en formaciones nuevas y cada vez más intrigantes, ha estallado una pelea por la definición y propiedad de la palabra “familia”, estableciendo otro frente de batalla en las interminables guerras culturales. Ha sido adoptado por aquellos para quienes es inseparable de palabras lindas como "valores".
APTO PARA FAMILIAS
En Occidente, "apto para familias", un término suave que alguna vez significó entretenimiento medio y experiencias gastronómicas pésimas, se ha convertido en un arma para amenazar incluso al canal estadounidense por televisión de paga Hallmark, un promotor blanco y sacarino del mito de que la familia es una, al estilo de Stuart Little. A finales del 2019, el canal emitió anuncios de una compañía de bodas que mostraban a una pareja de lesbianas besándose, lo que incitó la ira de un grupo que se hacía llamar One Million Moms (1MM). "Está claro que Hallmark ya no es apto para familias, y los padres deberán tener cuidado antes de dirigirse al canal", resopló una declaración de 1MM.
Hallmark apenas estaba abriendo “nuevos” caminos, aún considerando que Ikea presentó por primera vez a una pareja gay en sus campañas hace más de 20 años, pero más recientemente, empresas como Lucky Charms y Wells Fargo en Estados Unidos han seguido su ejemplo. "Vivimos en un mundo donde el significado de familia es más grande, más amplio y más personal que nunca", comentó hace poco el director de mercadotecnia de Ralph Lauren, cuando la compañía incluyó a su primera pareja gay en una campaña titulada "La familia es quién amas".
Si bien el episodio de Hallmark tiene un sabor fuertemente estadounidense, la reacción no es exclusiva de ese país. Los padres homosexuales que aparecieron en la campaña "We Are Family" de McCain (un gigante de comida congelada) en 2017, se convirtieron en el foco del acoso homofóbico en las redes sociales del primer y tercer mundo, y tanto en Europa como en Latinoamérica el ascenso mediático de la extrema derecha ha legitimado organizaciones como el Congreso Mundial de las Familias. Esa coalición de derecha cristiana, cuya misión es proteger a la "familia natural", ha celebrado principalmente su conferencia anual en los antiguos estados soviéticos. En 2019, eligió audazmente un país sinónimo de un ideal exuberante y relajado de todo lo familiar: Italia. Por otra parte, eligió Verona, que gracias al Bardo crea asociaciones no sólo de romance, sino también de paternidad trágicamente doctrinaria. Y en México, el Frente Nacional por la Familia y usuarios de Twitter afines con demasiados seguidores rayan en la promoción de odio, mientras en las ciudades, los niños mayores aprenden a ver con desagrado varias expresiones de género.
TRADICIONAL O NO, LA FAMILIA DEBE FUNCIONAR
Hay muchos estudios que analizan el impacto del desarrollo infantil de los niños criados en hogares con dos mamás o dos papás. Una investigación del The New England Journal of Medicine reporta que no hay diferencias ni en la salud mental, ni en el desarrollo cognitivo de personas de 25 años que crecieron en familias homoparentales comparadas con un grupo de la misma edad que creció en hogares de familias de parejas heterosexuales. Es más probable que los niños tengan menos problemas en su desarrollo sólo por el hecho de que sus padres sean homosexuales que con la comunidad que los rechaza por esa razón.
No es únicamente la comunidad LGBT la que está siendo atacada: cualquier unidad familiar que no se ajuste a la norma se considera moralmente sospechosa, y eso incluye al eterno chivo expiatorio de la sociedad, la madre soltera. En Polonia, el año pasado, el gobierno llegó a promulgar una ley que prohíbe a las mujeres solteras acceder a sus propios embriones congelados.
La ciencia, por supuesto, ha sido fundamental para abrir nuevas posibilidades para las configuraciones que puede adoptar la familia. Sin embargo, así como ha estado creando nuevas relaciones familiares, como las que existen entre medios hermanos biológicos (nacidos en diferentes familias pero concebidos con el mismo donante de esperma o de óvulos), gracias a las pruebas de ADN accesibles, se ha revelado la rigidez de las definiciones anteriores, pues han sido una especie de mentira todo el tiempo. Sí, la mayor parte de los kits de genealogía regresan sin revelaciones escandalosas, pero incluso ellos plantean la posibilidad de que los primos terceros se extiendan por todo el mundo, extendiendo a extremos gregarios la noción de familia como algo basado en la sangre y diluyendo su exclusividad innata.
De vuelta en esta actualidad, cada vivienda se ha convertido en un hogar de dos familias, compartiendo los humanos un hogar con un clan de peluches en constante expansión. A través de las historias que cuentan, es notable que los niños entienden que la familia tiene que ver con las relaciones y los apegos, y con el paso del tiempo no estarán dispuestos a permitir que cuestiones insignificantes de escala o especie, sin importar el ADN, se interpongan en la construcción de nuevas definiciones. Después de todo, ¿por qué un tigre pequeño no debería ser hermano mayor de un oso grande? Y pensándolo bien, ¿por qué Peter Rabbit no puede ser su mamá? Siempre y cuando satisfaga las necesidades emocionales y físicas que son inherentes a la existencia de sus hijos pequeños.
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