La sexualidad es parte fundamental del desarrollo individual y casi por regla general está influida por el contexto sociocultural de las personas; incluso hablar del tema puede resultar algo cotidiano o un tabú. De esta forma hasta la aceptación del propio cuerpo está condicionada por las tradiciones y pensamientos de un lugar; generalmente se enfoca más hacia la sexualidad femenina.
Así pues, es interesante explorar la forma en la que algo tan universal como la sexualidad se vive de maneras muy distintas dependiendo del lugar en el que te encuentres.
JAPÓN Y LA VISTA ABIERTA A LA SEXUALIDAD
Curiosamente en Japón la tasa de natalidad, al igual que el uso de métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual y abortos, ha ido en declive; todo esto habla de que los japoneses cada vez tienen menos sexo. Hay parejas que deciden no tener relaciones y otros factores, como el cansancio por el trabajo. Dentro de las personas de entre 18 y 34 años casi el 45 por ciento nunca ha mantenido relaciones sexuales.
Otros aspectos interesantes de la forma en que los japoneses ven la sexualidad es que nadie consideraba la orientación sexual como un identificador social hasta la década de los 90. cuando se politizó. Fue relativamente normal que los aristócratas tuvieran amantes de ambos sexos porque para ellos el sexo biológico era menos importante que la belleza.
La situación cambió a finales del siglo XIX, cuando la formación del nuevo ejército japonés provocó que la ética castrense prohibiera y castigara la homosexualidad. Sin embargo, aquella vieja tradición cultural llega hasta nuestros días porque muchos jóvenes buscan tener una apariencia andrógina. Contrario a Occidente, el objetivo no es pasar por una persona del género opuesto, sino más bien, no tener género.
La ilustración de la pornografía japonesa es una expresión cultural bastante importante a la hora de hablar de la forma en la que los japoneses ven la sexualidad. Como el shunga, que son imágenes eróticas pintadas en madera, consumidas en su mayoría por mujeres, donde se exageraba el tamaño de los genitales; el futanari, que es anime donde los personajes femeninos presentan características femeninas y masculinas a la vez; el yuri y el yaoi (sobre relaciones homosexuales), o el porno para mujeres que representa historias más románticas.
GRECIA Y EL SEXO LIBRE
Según una encuesta a nivel mundial realizada por el fabricante de condones Durex, que incluyó a casi 30 mil personas mayores de 16 años en 26 países diferentes, Grecia es el país que más sostiene relaciones sexuales: alrededor de 164 encuentros sexuales en promedio cada año en el momento que se realizó la encuesta.
Y es que su herencia también debe jugar un papel importante en este aspecto: los antiguos griegos eran famosos por ser sexualmente tolerantes, abiertos y experimentales.
PAÍSES ÁRABES: SEXUALIDAD Y RELIGIÓN
El sexo se mezcla (y confunde) con religión, tradición, política, economía y cultura. Al igual que en muchos otros lugares. la mujer es la que lleva la peor parte.
Dentro de lo que se conoce como el mundo árabe es común ver tiendas y mercados donde, al igual que en occidente, se exhiben maniquíes con lencería y juguetes sexuales dentro de los aparadores. Cualquiera diría que el sexo está libre de tabúes y forma parte de la vida de las personas, pero la realidad es que no.
El doctor Ramy Metwali, coordinador de la organización Love Matters (árabe) con base en Egipto, menciona que educar o hablar sobre sexualidad es muy difícil. Esta web busca proporcionar información de calidad y responder dudas acerca del sexo.
Metwali explica que dentro de los países árabes el conocimiento de la población acerca de la sexualidad es bastante escaso, puesto que ni siquiera en las escuelas se atreven a tocar estos temas; mucho menos dentro de las familias. Toda la información que las personas obtienen es por parte del internet, los colegas y la pornografía; evidentemente muchísima de esta errónea.
Se sabe que esto representa un problema, pero cuando se les pregunta a los profesores por medio de encuestas si están dispuestos a enseñar educación sexual, se niegan por sus creencias o miedo al que dirán los padres. Incluso la idea de pensar en escribir un artículo acerca del sexo en algunos de esos países puede ser considerado pecado.
Y cuando se habla de las mujeres la situación se pone peor: la mujer no es dueña de su cuerpo; su sexualidad le pertenece a su padre y a sus hermanos hasta que llega el momento de entregarla al esposo.
Homosexualidad, transexualidad, aborto, relaciones prematrimoniales o extramatrimoniales, virginidad y masturbación son temas prohibidos y por lo tanto los que más se buscan en la web Love Matters. La sociedad tiene ganas de conocer y saber, pero las costumbres siguen muy arraigadsa; además se habla de una evidente doble moral.
LATINOAMÉRICA A GRANDES RASGOS
En América Latina la sexualidad está ligeramente ligada a la imposición y eso se puede comprobar al analizar los discursos de odio contra las mujeres que deciden sobre su propio cuerpo, gente de la comunidad LGBT o cualquier persona que no tenga una visión conservadora de la sexualidad.
México ocupa el primer lugar en abuso sexual de menores y produce cerca del 60 por ciento de la pornografía infantil y, aunque no está permitido subir este tipo de contenido a páginas porno de fácil acceso en el buscador, lo cierto es que las búsquedas de los internautas dejan exhibida la cultura de la violación que domina la sexualidad en México: colegialas, incesto, menores de edad, abuso de poder, etcétera. Son las temáticas que dominan los tops de los sitios porno y, claro, las lesbianas, porque la homosexualidad es antinatural hasta que es para el placer masculino.
Quizás el gran problema de Latinoamérica es la educación y es que, aunque la sexualidad no tiene tantos tabúes como en otros países, la negativa de las personas a conocer acerca de este tema y explorarlo más allá de los límites religiosos o culturales es un freno enorme.
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